Indigenismo


INTRODUCCIÓN

¿Qué es la literatura indigenista?
¿Cuál es el proceso teorizador del Indigenismo en el Perú?

LECTURA
LOS RÍOS  PROFUNDOS
Los ríos profundos es considerada la novela cumbre de Arguedas. Se impone ser Ernesto el personaje central de Los ríos profundos. Es un niño que viaja al lado de su padre a través de la se­rranía central. La división y la sensibilidad le permite percibir, tal vez de manera inconsciente la realidad que le rodea. Los hechos de la novela se desarrollan en Abancay, y un par de capítulos en el Cuzco, hacia la primera mitad del presente siglo.

El padre recorre muchas provincias por el trabajo de abogado que realiza en distintos pue­blos. Así llegan los dos a Abancay donde por razones de estudio de Ernesto, y por no en­contrar trabajo en este lugar, padre e hijo se separan, lo que constituye una dolorosa expe­riencia para ambos.

Las vivencias en el Colegio de Abancay en condición de interno tienen que ver con la se­gunda parte del relato. Aquí podemos conocer a otros internos, pero con el que establece una relación más estrecha es con Antero, porque al comienzo de su amistad, tienen afinidades. El regalo del zumbayllu por parte de Antero hace que estos alumnos se conozcan. Gracias a este amigo conoce a Alcira, aunque la verá una a dos veces.
La parte final de la novela está referida en momentos cruciales para el pueblo de Aban­cay y para Ernesto. Sucede que llega a los alrededores la peste y de esto se enteran los internos del Colegio, preocupándose mucho porque la demente que vivía en el internado tenía fiebre hace días  atrás y la mantenían encerrada en un cuarto sin darle atención debida. Una noche Ernesto lejos de tenerle miedo por su vida la asiste en sus últimos momentos y ruega por ella.

Luego Ernesto será liberado con el propósito de que se traslade a la hacienda de su tío. El viejo; pero en lugar de eso, el niño se dirige a la hacienda de Huañupata que estaba abandonada, pues allí se había iniciado la plaga. Su intención era ayudar a los colonos. Toca varias puertas y sólo en dos de ellas le responden voces de niños, diciéndole manan manan. Pero en una de ellas ve a dos niñas, una aproximadamente de doce años que tenía a otra en su falda tratando de aliviarla; pues estaba, su cuerpecito desnudo y lleno de piques, Vio el ano y el sexo pequeñito cubierto de bolas blancas, de granos enormes de piques. Aquí Ernesto llega al clímax de sus emociones, siente que no soporta más esa mezcla de sensaciones, sentimientos, y huye.
En Los ríos profundos podríamos decir que el tema o argumento principal son las vivencias que Ernesto tiene en el internado del Colegio de Abancay. Revela la relación que mantiene con sus compañeros, las emociones nuevas que siente en esta transición de niño a adolescente, Ernesto no vive ya entre indios sino en un colegio para los hijos de los «blancos».

Su preocupación es tal por la situación de destierro de su propio mundo cultural. Una de las experiencias formativas de su niñez fue su residencia, en un ayllu, después, en el Colegio. Se preocupa por mantener vivos los lazos que unen al mundo indígena, inquietud basada en su propia afinidad con la cultura quechua.

En la obra, Ernesto mantiene la esperanza de que los colonos se liberen de la opresión en que viven, pese a sus dudas, o que sean capaces de reaccionar. La reacción de ellos hacia la peste se convierte en una prueba que mide la fe de Ernesto. Constituyendo así una prueba para medir hasta qué punto pueden oponerse a la cultura opresora. Lo que ellos hagan implicaría una victoria sobre estas fuerzas atribuyendo -cuando los ve enfrentarse a la policía sin temor a la muerte- a un hecho de nivel mágico.

Se crea así una situación en que dicha cultura debe reafirmarse y ponerse a prueba en un medio hostil. Arguedas busca en la cultura quechua la fuente principal de su visión de la Sierra peruana.

Entre los principales personajes destaca Ernesto. Es el protagonista y el que relata la presente novela. Ernesto es un niño que pertenece socialmente al grupo de vecinos y pequeños propietarios. Emocionalmente, sin embargo, se encuentra apartado de ese mundo a causa de las circunstancias que imponen la profesión de su padre, abogado ambulante. Se siente más cómodo en el mundo de los comuneros que lo cuidaron desde niño y ejercieron una influencia decisiva y permanente en su personalidad, pero al mismo tiempo, no pertenece y no puede identificarse con ese mundo completamente. Personalmente se hallan en una posición dominada por el grave problema de las dos culturas.

LIeras, por su parte es un estudiante del Colegio de Abancay, campeón de garrocha. Era estudiante más tardo, se desconoce su origen, y será protegido por los padres. Repitente tres veces del primer año de media; es el más fuerte y casi todo el pueblo le temía porque había malquistado a todos los estudiantes. Era un muchacho altanero, hosco, abusivo y caprichoso. Gozaba torturando a los más pequeños y débiles.

Añuco, era el protegido de Lleras, el único interno descendiente de una familia de terratenientes. Su abuelo, que era un gran hacendado, vicioso, jugador y galante, el padre que heredó joven; siguió los mismos pasos y como consecuencia se quedó sin un palmo de tierras, quedando en la ruina total. El Añuco, entonces, queda al total cuidado de los padres del Colegio de Abancay desde los nueve años, poco antes de que muriera el padre. Este muchacho, al igual que Llera, era malicioso, abusivo con los más débiles, seguidor y se sentía protegido de su amigo Lleras. Antero, lo llamaba «el candela Markask’a», por el extraño color de sus cabellos y por sus grandes lunares negros. Era un muchacho discreto, dos años mayor que Ernesto. No se distinguía por excelente ni por tardo en su aula, pero algún poder de autoridad innata poseía que sus compañeros no lo hacían el blanco de las burlas, ni del hazmerreír. En los recreos miraba a los que jugaban y participaban con ellos, pero nunca participaba en los juegos crueles. El Markask’ a y Ernesto se hacen muy amigos, el primero confecciona zumbayllus (trompos) de Winku (deformidad de los objetos que debían ser redondos). Los zumbayllus eran trompos que cantan de una manera especial y poseían alma, además llevaban mensajes a grandes distancias.

El padre de Ernesto, es un abogado de profesión, con el cual viaja por distintos lugares de la sierra central: Cusco, Puquio, Pampas, llegando a Abancay con la intención de instalarse y matricular a Ernesto en el Colegio de Abancay. No encuentra trabajo y parte a Chalhuanca separándose de Ernesto para internarlo en el colegio. Este es un hecho muy triste para los dos. Ernesto invoca mucho el recuerdo de su padre sobretodo en aquella ocasión crucial. El río Pachachaca en el río de Abancay en él suceden muchos acontecimientos. Ernesto ama la naturaleza y siempre recurre a este río y en algún momento le habla.
(César Toro Montalvo)
INDIGENISMO
EL PROCESO INDIGENISTA
Por la década de los años veinte, Luis E. Valcárcel publicaba “Tempestad en los Andes”, que planteaba una utópica y nostálgica revolución con vuelta al pasado incaico, mientras Hildebrando Castro Pozo y Alberto Solís estudiaban la comunidad indígena y señalaban los caracteres culturales de una institución que venían de épocas precolombinas y continuaban latiendo por bajo la estructura nacida de la emancipación americana. Pero, decir que desde ese momento surgiría la literatura del Indigenismo sería una ligereza, es que el Indigenismo está fuera de cualquier período de nuestra historia literaria. En verdad, no podríamos presentar a Ciro Alegría ni a José María Arguedas como únicos y auténticos representantes, porque es una corriente constante desde Garcilaso y Melgar hasta López Albújar.

Entre nosotros el Indigenismo encuentra bases y madurez en los  7 ensayos de Mariátegui y también se nutre y cobra auge con la Revolución Mexicana, la Unión Soviética, la fundación de la C.G.T.P. en el Perú y el magisterio de la revista Amauta.
       

ENRIQUE LÓPEZ ALBÚJAR
Nació Enrique López Albújar en la ciudad de Chiclayo, el 23 de noviembre de 1872, y fue bautizado en Piura el 1ro. de noviembre del año siguiente. Sus padres fueron Manuel López Vilela y Manuela Albújar Bravo y se crió en las ciudades de Piura y Morropón. Estudió jurisprudencia en San Marcos, apuró una juventud aventurera y tumultuosa pues se hizo eco de las doctrinas de Gonzales Prada.

Crea su novela “Matalaché” cuando era juez de paz en Piura y cuando es suspendido en el juzgado de Huánuco escribe sus “Cuentos andinos”.

Por su labor narrativa se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en 1950. Murió en 1966.

CUENTOS ANDINOS (1920)
Es en estos cuentos cuando López Albújar recién pone de manifiesto su vena indigenista y señala el camino para la carrera de Ciro Alegría y Arguedas. Hay en estos cuentos ahondamiento psicológico y visión de magistrado, pues muchos de los casos allí presentados están relacionados con el tema del delito, de la situación particular del indio dentro de una legislación que no está acorde con su tradición y que él ignora.
Pero al lado de este temperamento que podemos llamar sociológico, López Albújar posee un extraordinario sentimiento trágico que domina la escena, inundando todo con horror, conmiseración, la admiración espeluznante, el espanto.

   Principales Cuentos Andinos
       “Las tres jircas”                      
       “El hombre de la bandera”
       “Ushanan jampi”              
       “La soberbia del piojo”
       “El licenciado Aponte”     
       “Cachorro de tigre”

USHANAN JAMPI
“Cuentos Andinos”, cuya primera edición apareció en 1920, nos presenta al indio auténtico, sin adornos ni atavíos, en su dura condición humana, con sus estigmas y secreta fuerza redentora que le viene de la tierra y de su pasado glorioso. De los diez cuentos que conforman “Cuentos Andinos”, el más difundido es, sin lugar a dudas, “Ushanan Jampi”, cuento que nos cuenta el proceso seguido a Cunce Maille, indio perteneciente a la comunidad de Chupán, a quien el Yaachishum (Tribunal de justicia), lo acusa de haber robado una vaca a José Ponciano, comunero del lugar, Cunce Maille, un indio de edad incalculable, alto, fornido, ceñudo y que parecía desdeñar las injurias y las amenazas de la muchedumbre, se defiende diciendo que Ponciano le había robado un año antes un toro. Pero Ponciano

afirma que el toro lo había comprado a Natividad Huaylas, quien, presente en el juicio, avaló la defensa de Ponciano. Maille acusa entonces a Natividad Huaylas de haber vendido un toro que le pertenecía. Todo el pueblo congregado en la plaza de Chupán clamaba ardorosamente que se castigara a Cunce Maille. Cunce Maille, enfurecido, gritó que en la comunidad de Chupán todos se robaban y que él no necesitaba que le hagan justicia y que él mismo era el encargado de hacérsela. Interrogado Ponciano sobre cuánto valía su vaca, éste contestó que treinta soles. El pueblo dio su aprobación; Maille contestó que no tenía con qué pagar. Por considerársele reincidente por tercera vez en este tipo de actos, a Maille se le aplicaría el Jitarisum (destierro perpetuo) e indicándole que en caso se le sorprenda nuevamente dentro del territorio de la comunidad de Chupán se le aplicaría el Ushanan Jampi (el remedio último que equivalía a la muerte). Abandona la comunidad de Chupán, con una rabia estremecedora y con una profunda tristeza porque en Chupán quedaban su madre y su choza. Motivado por estos recuerdos, Maille regresó después de un mes a Chupán y se dirige a su casa. Enterados de esto, los yayas van a buscarlo y, luego de una tenaz lucha en la que pierden la vida más de una quincena de hombres, Maille cae en una emboscada y muere en brazos de su madre, acuchillado, y es ahí donde los indios muestran su ferocidad, la cual es crudamente descrita por Albújar: “Los cuchillos cansados de punzar, comenzaban a tajar, a partir, a descuartizar. Mientras una mano arrancaba el corazón y otra los ojos, ésta cortaba la lengua y aquella vaciaba el vientre de la víctima. Y todo esto acompañado de gritos, risotadas, insultos e imprecaciones, coreados por los feroces ladridos de los perros, que, a través de las piernas de los asesinos daban grandes tarascadas al cadáver y sumergían ansiosamente los puntiagudos hocicos en el charco sangriento”. Con una soga atada al cuello, el cadáver de Cunce Maille fue arrastrado centenares de metros y abandonado a orillas del río Chillón, no sin antes, haber dejado a su paso trozos de carne entre los cactus y las puntas de las rocas. Execrablemente quedó de Cunce Maille la cabeza y un resto de la espina dorsal. Seis meses después de su muerte, podría verse en el dintel de la puerta de su casa, unos colgajos secos, retorcidos, amarillentos, grasosos, a manera de guirnaldas: eran los intestinos de Maille, puestos allí, por mandato de la justicia implacable de los yayas. Hay en esos cuentos una realidad que Albújar aprecia como magistrado, con ahondamiento psicológico y conocimiento de un campo de la sociedad peruana, la comunidad indígena de las serranías andinas que ve en calidad de observador.

CIRO ALEGRÍA BAZÁN
Nace en la hacienda de Quilca, Huamachuco, departamento de La Libertad, y cursa estudios primarios en la escuelita de San Juan, en donde tiene como profesor al poeta César Vallejo. Termina su primaria y en la secundaria funda el periódico “Tribuna Sanjuanista” y es invitado por Antenor Orrego a trabajar como reportero en el periódico “El Norte”.

Ingresa a la Universidad de Trujillo y participa en la fundación del Partido Aprista. Estando por Cajamarca promueve un levantamiento armado, es encarcelado en la Penitenciaría de Lima, pero al ser amnistiado sale en libertad y sigue su labor política, actividad por la cual es deportado a Chile en donde se origina lo mejor de su producción, así sale su cuento “Marañón”, que luego se convierte en “La serpiente de oro”. Escribe, luego, “Los perros hambrientos”, que gana un segundo lugar en un concurso de la Editorial ZigZag.

Pero luego, en 1941, su novela “El mundo es ancho y ajeno” obtiene el primer lugar en el Concurso Latinoamericano de Novela auspiciado por la editorial neoyorquina Farrar and Rivehart. Luego pasa por EE.UU., Puerto Rico y La Habana. Se casa con Dora Varona y llega a Lima el 4 de diciembre de 1957. Es elegido diputado por Lima y posteriormente la muerte corona una agitada vida intelectual en 1967.

  Obras
       “La serpiente de oro”
       “Los perros hambrientos”
       “El mundo es ancho y ajeno”
       “El dilema de Krause”
       “Selva, Lázaro”               
       “Siete cuentos quirománticos”
       “La ofrenda de piedra”    
       “La novela de mis novelas”
       “La Panki y el guerrero”

  Principales obras de Ciro Alegría
“La serpiente de oro”:
Tema: La novela del río Marañón que lo gobierna todo y que el hombre enfrenta día a día, el río que todo lo gobierna.
Escenario: Es la exuberante Selva Baja, con el río al centro, en los valles trasandinos.
Personajes:
  El río Marañón como personaje principal de la novela, el río que, como un dios, todo lo transforma.
  También están Matías Romero, su esposa Melcha y sus hijos Arturo y Roge.

“Los perros hambrientos”:
Tema: La novela de la puna con su naturaleza hostil que a través de la sequía pone en tensión el oraje de sus moradores que se enfrentan a estos retos.
Escenario: Los altos macizos andinos, con las regiones abruptas de la puna al centro, en las altas y agrestes tierras de la fría e inclemente cordillera andina.
Personajes:
  La sequía es un personaje invisible, que ocupa grandes capítulos de la novela.
  Los perros que conviven con el hombre: Wanka, Zambo, Güeso, Pellejo.
  La familia Robles, Simón y Juana y sus hijos: Antuca, Timoteo, Jacinta, el viejo Mashe, Vicenta y
Martha. El hacendado Cipriano Ramírez y los Celedonios Julián y Blas.

“El mundo es ancho y ajeno”:
Tema: El problema de la tierra, a través del problema de Rumi, la depredación de sus tierras por el   feroz latifundismo.
Escenario: La comunidad de Rumi, al norte, en la sierra del país, es como un pequeño lugar en el mundo, en donde la geografía describe toda su grandeza.
Personajes:
  Indígenas: Rosendo Maqui, Clemente Yacu, Benito Castro, Pascuala, Augusto Maqui.
  Blancos: Alvaro Amenabar, Bismark Ruiz, Zenobio García.
  Mestizos: Melba Cortez, Julio Contreras.

LOS PERROS HAMBRIENTOS
Novela de la puna, –de la cordillera alta–, como “La serpiente de oro” lo fuera del valle trasandino, la justeza novelística, la ternura dosificada, el problema de la tierra visto poética y a la vez realísticamente, hacen de esta obra uno de los ejemplos de prosa de ficción indigenista, sin proclama, un relato de realidades, pero con la emoción y la imaginación puestas al servicio de la literatura. Ubicada la acción en las alturas andinas, tierras frías y secas a cuatro mil metros de altitud, aparece una pastora, Antuca, con sus rebaños y sus perros, en medio de un paisaje idílico donde un día truena la carga de dinamita: ha surgido la violencia de los gendarmes, el mundo organizado en el interior del mundo natural. Los perros de Antuca (Wanca, Zambo, Güeso y Pellejo) eran excelentes ovejeros, de fama en la región, donde ya tenían repartidas muchas familias, cuya habilidad no contradecían al genio de su raza. Estos perros y sus descendientes adquieren en seguida, a los ojos del lector, auténticos valores humanos; así, Mauser morirá en la explosión de dinamita, Tinto, destrozado por los dientes del feroz Raffles.

Güeso será robado por los Celedonios; huirá, se echará al monte para morir violentamente. Las desgracias vienen una tras otra: los Celedonios son exterminados por su fiereza, mientras a los indios la ley les quita sus tierras. Y en medio de esas desgracias, aparece el fantasma de la sequía, a la que sigue como inevitable consecuencia, el hambre. El mundo del hombre se desmorona; los mismos perros, antes sus fieles amigos, huyen tras dar muerte al ganado para comer. Es la hora en que los mastines, hasta entonces pastores, se convierten en la peor amenaza para el ganado. Solitarios o en grupos, expulsados por sus dueños, merodean como alimañas, aullando constantemente en la inmensidad de la noche puneña. “...Tornaba el coro trágico a estremecer la puna. Los aullidos se iniciaban cortando el silencio como espadas. Luego se confundían formando una vasta queja interminable. El viento pretendía alejarla, pero la queja nacía y se elevaba una y otra vez de mil fauces desoladas”. En el capítulo “Perro de bandoleros”, encontramos una estampa inolvidable, en la que “Güeso”, capturado por los torvos Celedonios, acepta, aunque de mal grado, el nuevo bravo destino de perros bandoleros junto a estos hombres, cuya existencia pende de un hilo, sombreado por el azar y la violencia: “... Efectivamente, se bajó el Blas y desamarró un látigo de arriar ganado que colgaba del arzón trasero de su silla. Anda, ¡camina! –dijo, acercándose a Güeso agitando el látigo–; el perro continuó tirado entre las piernas. Atrancado allí, no lo sacarían ni a buenas ni a malas. Deseaba tan sólo que le soltaran el lazo. Por lo demás, la vista no le impresionó mayormente. Es que lo ignoraba. Los riendazos que había sufrido hasta este rato no le habían dado una idea del ardiente dolor del chicotazo.
Güeso, entonces sueñale –dijo el Julián–. El Blas alzó el látigo que tenía el mango de palo y lo dejó caer sobre Güeso. Zumbó y estalló aunque con un ruido opaco debido al abundante pelambre. La culebra de cuero se ciñó a su cuerpo en un surco ardoroso y candente, punzándole al mismo tiempo con una vibración que le llegó hasta el cerebro como si fueran mil espinas”. En el desenlace, vuelve la lluvia y, con ella, algunos perros que regresan humildes, en espera del castigo, a casa de sus dueños. Alegría canta a la naturaleza peruana, a la estrecha comunión existente entre la tierra y el indio, a la protesta, que el autor invoca en nombre de este desposeído que guarda en su corazón la esperanza de salvarse algún día, de alcanzar la dignidad de hombre en toda su dimensión.

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
El caso de Arguedas es totalmente distinto al de Alegría, el lugar es distinto, que tiene que influir necesariamente en su producción narrativa. Es evidente que Arguedas, procedente de la sierra sur del Perú, una zona quechua, trajera dentro de su mensaje literario una narrativa importante frente al caso de Ciro Alegría, que era un escritor de una zona andina preponderantemente castellana.

Nació en Andahuaylas en 1911, de padre abogado e itinerante, donde el pequeño José María pasó una etapa conociendo lugares distintos. Su padre se casa con la hacendada Grimanesa Arangoitia. Arguedas estudia en Lucanas, pero su madrastra lo odiaba tanto que lo manda a vivir con los indios a los que ella odiaba y maltrataba, es allí donde el autor conoce el idioma y la psicología andina. Así que, cansado de los maltratos huye junto con su hermano Arístides hacia la hacienda Viseca en donde pasó un tiempo.

A los 20 años ingresa a la Universidad de San Marcos, en 1932 aparece su primer cuento “Warma Kullai”. A los 24 años publica “Agua”. Termina sus estudios de literatura y es preso político, posteriormente trabaja como profesor en el Cusco, publica “Yawar Fiesta”. Con la tesis “La evolución de las comunidades andinas” obtiene el grado de Bachiller en Etnología y enseñando en la Universidad Agraria publica “La agonía de Rasu Ñiti”. Obtiene el grado de Doctor en San Marcos como etnólogo con la tesis “Las comunidades de España y el Perú”.

Se divorcia y se casa con la dama chilena Sybila Arredondo. Lamentablemente en el año 1969, con un balazo ante un espejo decidió acabar con su vida atormentada. Fue la tarde del 28 de noviembre, murió días después, el 2 de diciembre.

  Obras
       “Agua”
       “Amor, mundo y otros cuentos”
       “El Sexto”  
       “Yawar fiesta”
       “Diamantes y pedernales”
       “Los ríos profundos”
       “La agonía de Rasu Ñiti”
       “Todas las sangres”
       “El sueño del pongo”        
       “El zorro de arriba y el zorro de abajo” (obra póstuma)

AGUA
No deja de ser curioso que José María Arguedas Altamirano, escritor peruano nacido en Andahuaylas en 1911 y Ciro Alegría, aunque nacidos y fallecidos en diferentes fechas, vivieran el mismo número de años: 58. Arguedas sólo aprendió el Castellano como lengua funcional, a los once años, en la escuela de Abancay, de lo cual nos habla en su novela “Los ríos profundos” (1959). Resulta apodíctico el hecho que sus predecesores tienden a enfatizar únicamente los elementos que desembocan en la sola descripción de los hechos económico-sociales del campesino indígena, Arguedas, además de todo ello, nos conduce al íntimo mundo afectivo del quechua de nuestros días. Y así, se descubre su sentido andinista, su orbe de mitos secretos y su profundo panteísmo (sistema de los que creen que todo el universo es Dios) que vibra a través de un superficial catolicismo. Todos estos puntos están abarrotados en las primeras obras de Arguedas; en “Agua” y en su primera novela “Yawar fiesta”. “Agua” está compuesta de cuentos breves como “Los escoleros”, “Warma Kuyay”, “El barranco”, “La muerte de los Arango”, “Hijo solo”, “Orovilca” y “Agua”, cuento que da nombre a la obra. En “La muerte de los Arango” (1956), una epidemia de tifus había aniquilado al pueblo de Sayla, el cual era aledaño al pueblo donde vivía Arguedas. A los pocos días el tifus atacó al otro pueblo y los cortejos fúnebres se hicieron muy frecuentes. Los indios cargaban a los muertos en unos féretros toscos donde muchas veces los brazos del cadáver sobresalían por los bordes. Las mujeres seguían el cortejo llorando a gritos y cantando el ayataki, que era el canto de los muertos. El pueblo fue aniquilado, llegaron a cargar hasta tres cadáveres en un féretro. Adornaban a los occisos con flores de retama, pero, en los días posteros, las propias mujeres ya no podían ni llorar ni cantar bien por estar roncas e inermes. Tenían que lavar las ropas de los muertos para lograr la salvación: la limpieza final de todos los pecados. El panteón era un cerco cuadrado y amplio; antes de la peste estaba cubierto de vegetación, cantaban los jilgueros y al mediodía las flores de retama exhalaban perfume: pero en aquellos días del tifus desarraigaron los arbustos y los quemaron para sahumar el cementerio. El panteón perdió así toda su belleza. Muchos vecinos importantes del pueblo murieron. Los hermanos Arango que eran ganaderos y dueños de los mejores campos de trigo, no pudieron librarse del trágico sino que les esperaba. Don Juan, moreno, alto y fornido, no pudo resistir el tifus y, después de doce días de fiebre, murió a los treinta y dos años, perdiéndose con él la esperanza del pueblo, ya que había prometido comprar un motor para instalar un molino eléctrico y dar luz al pueblo; hacer de la capital del distrito una villa moderna, mucho mejor que la capital de la provincia. Todos lo lloraron en la puerta del panteón. Cuando iban a bajar el cajón a la sepultura, don Eloy, su hermano, le prometió que en un mes estarían juntos. El destino adelantó la fecha y antes de los quince días moría don Eloy. Muchos niños de la escuela, decenas de indios, señores y otras personas importantes, caían diariamente víctimas de la insaciable epidemia, a pesar que algunas beatas viejas, acompañadas de sus sirvientes, iban a implorar en el atrio de la iglesia. Una mañana, don Jáuregui, el sacristán y cantor, entró a la plaza tirando de la brida al caballo tordillo del finado don Juan. Don Jáuregui hizo dar vueltas al tordillo en el centro de la plaza y luego de darle de latigazos y hacerlo parar en las patas traseras, gritó con su voz delgada, tan conocida en el pueblo, que el tifus estaba montado en ese caballo y que había que cantarle una despedida. El caballo corría espantado por la indiada y cuando llegaron al borde del precipicio de Santa Búgida, junto al trono de la Virgen, don Jáuregui cantó en latín una especie de responso junto al “trono” de la Virgen, luego se empinó y bajó el tapaojos de la frente del tordillo, para cegarlo. Le dio un latigazo y el tordillo saltó al precipicio; su cuerpo chocó y rebotó muchas veces en dos rocas. El cuento “Warma Kuyay” acontece en la hacienda Viseca, donde Arguedas vivió cuando era niño. Viseca es una quebrada angosta y honda. El caserón de la hacienda está junto al río que en las noches suena fuerte.

Junto al caserío hay una cascada; entre las piedras el agua se vuelve blanca y suena fuerte. En las noches, cuando todo estaba callado, esa cascada levantaba su sonido y parecía cantar. Ernesto es un niño enamorado de la Justina, una niña que está enamorada de Kutu, y esto molesta al muchacho, quien la ve bailar en un patio del caserío de la hacienda de don Froylán sintiendo que su corazón tiembla cuando ella se ríe y llora cuando sus ojos miran al Kutu. Los cholos se habían parado en círculo y Justina cantaba en el centro de él. El charanguero daba vueltas alrededor del círculo dando ánimos, gritando como potro enamorado. En esos instantes apareció don Froylán y los largó a todos para que se vayan a dormir. El niño Ernesto y Kutu vivían en la misma casa que pertenecía a don Froylán. Una noche, Kutu le dijo a Ernesto que don Froylán había abusado de la Justina cuando ésta fue a bañarse con los niños; Ernesto no podía creerlo y se puso a llorar abrazado al cholo. El Kutu, que era un indio fornido, lo levantó como quien alza un becerro y lo echó sobre la cama diciéndole que la Justina tenía corazón para él, pero que ella sentía miedo porque era él un muchacho todavía. Ernesto sentía una rabia irrefrenable por lo que había hecho don Froylán, llegando a decirle a Kutu que cuando fuera grande lo mataría. Era tanta su sed de venganza que incitó a Kutu para que matara a don Froylán, con su honda, como si fuera un puma ladrón. Ante la negativa del indio, Ernesto lo acusó de cobarde y le dijo que se largara porque en Viseca ya no servía. Dos semanas después, Kutu pidió licencia y se fue. La tía de Ernesto lloró por él, como si hubiera perdido a su hijo. Ernesto se quedó junto a don Froylán, pero cerca de Justina; de su Justina ingrata. Ya no fue desgraciado. A la orilla de ese río espumoso, oyendo el canto de las torcazas, vivía sin esperanzas; pero ella estaba bajo el mismo cielo
que él, en esa misma quebrada que fue su nido, contemplando sus ojos negros, oyendo su risa, mirando sus pestañas largas, su boca que llamaba al amor y que no lo dejaba dormir. La miraba desde lejos; era casi feliz porque su amor por Justina era un “Warma Kuyay” (amor de niño) y no creía tener derecho todavía sobre ella; sabía que tenía que ser de otro, de un hombre grande que empuñara ya el zurriaga, el mismo látigo con que Kutu masacraba los becerros más finos y delicados de don Froylán, como queriendo así lavar el honor de la Justina. Ernesto vivió alegre en esa quebrada verde y llena del calor amoroso del sol hasta que un día hubo de abandonar aquella tierra que amaba tanto y que era su ambiente para vivir pálido y amargado, como un animal de los llanos fríos, llevado a la orilla del mar, sobre los arenales candentes y extraños.

1. ¿Qué es el indigenismo y quiénes son sus representantes?

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2. ¿Cuáles son las obras más importantes de Enrique López Albújar?

     Rpta.: ..............................................................

3. ¿Cuál es el cuento más importante de Cuentos Andinos? ¿Cómo se llama su principal personaje?

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4. ¿Por qué destierran a Cunce Maille de la comunidad de Chupán?

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5. ¿Cuáles son las novelas más importantes de Ciro Alegría?

     Rpta.: ..............................................................

6. ¿A qué se debe la muerte de Benito Castro?

     Rpta.: ..............................................................

7. ¿Quién es el fiero Vásquez?

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8. ¿Cuál es la diferencia entre la narrativa de Ciro Alegría y José María Arguedas?

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9. ¿Por qué Ernesto no puede adaptarse en un principio al internado?

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10.    ¿Quién es el mejor amigo de Ernesto en el colegio? ¿Cómo era su rostro y cómo lo llama Ernesto?

     Rpta.: ..............................................................


1. El lugar más importante en Los ríos profundos es
     A) Cusco         B) Abancay  
     C) Huánuco     D)               Puno    
     E) Arequipa

2. Es un elemento mágico que tiene alma. Es capaz de mandar mensajes a larga distancia.
     A) Ernesto                
     B) Zumbayllu
     C) Danzante de tijeras  
     D) Los apus
     E) La peste
3. ¿Qué hecho no ocurre en Los ríos profundos.?
A) Ántero le regala un zumbayllu a Ernesto.
B) El Lleras atormenta a los más débiles en el colegio.
C) La opa muere y contagia a Ernesto con la peste.
D) Las chicheras realizan una marcha por la sal.
E) Según Ernesto, el Lleras fue derretido por el Sol.

4. ¿Qué obra no pertenece al Indigenismo?
     A) El mundo es ancho y ajeno
     B) Los perros hambrientos
     C) Redoble por Rancas
     D) Cuentos Andinos
     E) Cambio de guardia
5. Narrador peruano que tuvo como profesor a César Vallejo, debido a su actividad política fue deportado a Chile.
     A) José María Arguedas
     B) Manuel Scorza
     C) Ciro Alegría          
     D) López Albújar
     E) Clemente Palma

6. Novela de Ciro Alegría en la cual el personaje principal es el río Marañón.
     A) El mundo es ancho y ajeno
     B) La serpiente de oro
     C) Los perros hambrientos
     D) La novela de mis novelas
     E) La ofrenda de piedra

7. No forma parte de Los perros hambrientos.
     A) Wanca        B) Zambo     C) Güeso        D)      Duque E)      Pellejo

8. ¿En qué novela juegan un papel importante la hambruna y la sequía?
     A) Redoble por Rancas
     B) Los ríos profundos
     C) Los perros hambrientos
     D) El mundo es ancho y ajeno
     E) La serpiente de oro

9. Novela de Arguedas considerada como una novela de aprendizaje.
     A) La ciudad y los perros
     B) Un mundo para Julius
     C) Redoble por Rancas
     D) Todas las sangres
     E) Los ríos profundos

10.    Marque verdadero (V) o falso (F).
·    José María Argeudas ve al indio desde afuera, como un espectadorante una película.
·    La muerte de Benito Castro se produce cuando la comunidad decide defender sus tierras.
·    Ciro Alegría representa a la épica andina
·    Se podría ubicar a Scorza dentro del realismo mágico.
     A) VVVV         B) VVFF       C) VFVF         D)      FFFV E)      FVVV

11.   Un buen antecedente de las novelas indigenistas sería
     A) El niño de junto al cielo
     B) El padre Horán
     C) Duque
     D) Un viaje
     E) Aves sin nido

12.   El anciano alcalde de Rumi que representa a la sabiduría popular en la novela El mundo es ancho y ajeno.
     A) Benito Castro       
     B) Raymundo Herrera
     C) Agapito Robles     
     D) Héctor Chacçon
     E) Rosendo Maqui

13.    En el indigenismo representa la zona del sur del Perú Andino.
     A) José María Arguedas
     B) Ciro Alegría
     C) Manuel Scorza
     D) Enrique López Albújar
     E) Clorinda Matto de Turner

14.    La lucha por la tierra es la toma central de
     A) El mundo es ancho y ajeno
     B) Los ríos profundos
     C) La serpiente de oro
     D) Yawar fiesta
     E) El zorro de arriba y el zorro de abajo

15.   Novela de Albújar que tiene como personaje a un varón de raza negra.
     A) Los ríos profundos
     B) El jinete insomne
     C) El cantar de Agapito Robles
     D) Matalaché
         E)      Garabombo, el invisible


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